
El oficialismo logró la media sanción y perdió una votación clave.
Concesiones y diálogo para evitar sorpresas en el Senado.
Redacción
Tras semanas de negociaciones y cambios de postura, el Gobierno nacional intensificó los contactos con sus aliados para asegurar la aprobación del Presupuesto 2026 en el Senado. La intención es sancionar el proyecto sin modificaciones, tal como llegó desde Diputados, ante la falta de respaldo político para introducir nuevos cambios en el texto durante la sesión prevista para el próximo viernes.
El oficialismo resignó la inclusión de artículos vinculados a la emergencia en discapacidad y al financiamiento universitario, además de otras disposiciones que habían generado fuertes tensiones y quedaron afuera tras el rechazo del Capítulo XI. Con esos temas excluidos, en la Casa Rosada confían en que la oposición dialoguista y, especialmente, los gobernadores acompañen la iniciativa, que resulta clave para garantizar previsibilidad fiscal en 2026.
Luego del revés sufrido en la Cámara baja, el Ejecutivo admitió que no cuenta con los votos necesarios para insistir con esas derogaciones, en gran parte por la negativa de la Unión Cívica Radical. Frente a este escenario, optó por priorizar la aprobación del Presupuesto y postergar el debate de esas normas para una discusión futura, con el objetivo de evitar un nuevo traspié legislativo.
Para blindar la votación y evitar sorpresas de último momento, la jefa del bloque oficialista, Patricia Bullrich, encabezó una ronda de negociaciones con los bloques aliados, que reunirían cerca de 44 senadores. En el Gobierno creen que, con estas concesiones y el respaldo de las provincias, la llamada “ley de leyes” será aprobada sin mayores dificultades en la sesión del viernes.