
Hubo apoyo de bloques aliados, rechazo del peronismo y una abstención.

El presidente Javier Milei resolvió avanzar con una actualización salarial para ministros, secretarios y subsecretarios del Poder Ejecutivo, luego de reclamos internos por la pérdida del poder adquisitivo acumulada desde el inicio de la gestión. La medida, que será oficializada por decreto en los próximos días, no alcanzará ni al propio mandatario ni a la vicepresidenta Victoria Villarruel, cuyos haberes permanecerán congelados por tiempo indeterminado.
Desde el entorno presidencial explicaron que la decisión busca diferenciar a los cargos electivos de los funcionarios designados para la administración cotidiana del Gobierno. Según indicaron, Milei optó por autoexcluirse del aumento y extender esa decisión a su compañera de fórmula, mientras que el resto del Gabinete recibirá su primer incremento desde diciembre de 2023, aunque aún por debajo de la inflación acumulada.
La exclusión de Villarruel del ajuste se da en un contexto de fuerte tensión política con la Casa Rosada. La vicepresidenta había cuestionado públicamente en el pasado el congelamiento de su salario y, en las últimas semanas, protagonizó nuevos cruces con el Ejecutivo a raíz del Presupuesto 2026 y la falta de fondos asignados para el funcionamiento del Senado.
El deterioro del vínculo entre Milei y Villarruel es evidente desde hace meses y se profundizó tras la salida de Guillermo Francos, quien oficiaba como nexo entre ambos. Mientras desde el Gobierno aseguran que el congelamiento salarial responde a una definición institucional, en el entorno de la vicepresidenta interpretan las decisiones recientes como parte de una estrategia política que la mantiene al margen del núcleo de poder.