En tiempos de crisis, las palabras mesuradas, sin odios y con propuestas, son valiosas

Ya se ha dicho hasta el cansancio que 2023 es un año de elecciones y lo repetí desde estas columnas que no es un año electoral más. La gente está cansada de los agravios, de los ataques, de los ninguneos y de las mentiras. No podemos ser la segunda economía del mundo con una inflación anual de más del 100 por ciento.

Pero tampoco podemos ir de acto de campaña a otro con frases desaforadas “que el kirchnerismo es esto o que el cornejismo es lo otro”, sin que a los dirigentes se les caiga una idea para “enamorar” al ciudadano. 

Cuando se habla del “hartazgo de la gente” se habla de escuchar esos mensajes de odio, de un lado y de otro, y de mirar el bolsillo flaco de recursos y la realidad “gorda” de carencias. 

Por eso los neuquinos, luego de 60 años de “reinado” del Movimiento Popular Neuquino, dijo que “basta!!” y los habitantes de Trelew dieron vuelta 20 años de un partido político. Y si esto no cambia, veremos muchos “¡Basta!” alrededor del país. Ante esta realidad, los “políticos profesionales” lo entenderán a las buenas o a las malas. Después no se quejen que no se los dije.

Imagen agredecimiento, Agencia Telam