
El desembolso por Bopreal presiona las reservas netas y aleja las metas con el FMI.

La acumulación de reservas volvió a ocupar un lugar central en la agenda económica luego de que la portavoz del FMI, Julie Kozack, pidiera que Argentina adopte metas más exigentes para fortalecer al Banco Central. Según indicó, un nivel más robusto de divisas permitiría al país enfrentar mejor eventuales shocks y mejorar su acceso al financiamiento internacional.
En paralelo, el ministro de Economía, Luis Caputo, detalló que la estrategia oficial para sumar reservas se apoyará en el comportamiento de la demanda de dinero y en la profundidad del mercado cambiario. Explicó que el Gobierno buscará comprar dólares únicamente cuando aumente la preferencia por el peso, lo que evitaría presiones inflacionarias y la necesidad de recurrir a instrumentos de esterilización.
Caputo también ratificó la continuidad del esquema de flotación dentro de bandas, aunque advirtió que la intervención oficial debe ajustarse al reducido volumen de operaciones diarias. En este contexto, señaló que compras excesivas podrían generar movimientos artificiales en el tipo de cambio y destacó que, de mantenerse estable la base monetaria en relación con el PBI hacia 2026, el Estado podría adquirir alrededor de US$ 7.000 millones sin medidas adicionales.

El desembolso por Bopreal presiona las reservas netas y aleja las metas con el FMI.

Las colocaciones de deuda de empresas y provincias impulsaron el ingreso de divisas y mejoraron la percepción de los mercados.

El sector público nacional obtuvo en octubre un superávit primario de $823.925 millones y uno financiero de $517.672 millones; el ministro Luis Caputo celebró el resultado como un paso hacia la meta anual.