
Refinanciará vencimientos sin usar reservas.

El ministro de Economía, Luis Caputo, afronta esta semana un desafío clave para reforzar la posición financiera del país. Su objetivo es conseguir financiamiento voluntario en el mercado de capitales local para reducir la incertidumbre sobre el vencimiento de alrededor de 4.424 millones de dólares que Argentina deberá afrontar el 9 de enero de 2026, correspondiente a bonos reestructurados en 2020.
Para ello, buscará colocar un nuevo bono con legislación local y vencimiento en noviembre de 2027, que pagará intereses semestrales y amortización íntegra al final de su vida. El instrumento, similar a un plazo fijo de cuatro años con una tasa estimada del 6,5%, apunta a captar dólares del mercado doméstico y aliviar las presiones sobre las reservas.
El monto que logre reunir el Tesoro será determinante para evaluar cuánto deberá aportar el Banco Central el día del pago. En un país con antecedentes de tensiones financieras y reestructuraciones recurrentes, la respuesta del mercado será observada con especial atención por inversores y analistas.
Si la recaudación no resultara suficiente y surgieran episodios de inestabilidad, el Gobierno podría verse obligado a intervenir para garantizar los pagos, lo que pondría en alerta a los fondos expuestos a estos títulos. Por ello, muchos administradores ya contemplan mecanismos de cobertura para protegerse ante cualquier eventualidad vinculada al riesgo argentino.

A un año de su implementación, el servicio suma usuarios y amplía zonas reguladas.

Con 29 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención, la Cámara Alta habilitó el avance de la explotación de cobre en Uspallata, considerado uno de los proyectos estratégicos para diversificar la matriz productiva provincial.

El Gobierno lanza un nuevo bono en dólares para aliviar la presión sobre las reservas.